sábado, 12 de octubre de 2019

Cuando fui a la Feria del Libro de Madrid por mi cuenta.

Es posible que la última visita que hice a la Feria del Libro de Madrid, haya sido la más provechosa de todas.
En las tres anteriores ocasiones en las que participé, fue para intentar vender mis libros firmados, encargándose Ediciones Atlantis de facilitar la caseta en la que exponerme. Este año, 2019, no tendría que haber ido, pues no he sido invitado, a pesar de haber publicado mi cuarta novela, La colonia infernal. Pero de todas maneras, decidí ir por mi cuenta para ver a mi colega JL Goikoetxeta, que estaba firmando ejemplares de la segunda entrega de su obra Crónicas de Shámsala. Y acudí porque sé lo triste que es ser un autor que va a esta feria para firmar. y que pase tanta gente por delante de ti, sin que te hagan ni el menor caso. En otras palabras, que este año fui con el pretexto de apoyar a mi contacto de Bilbao.
Aunque claro que también tenía que aprovechar el viaje. Ir desde Santiago de Compostela hasta Madrid cansa lo suyo, aunque lo hagas a bordo de un tren de RENFE. Son algo más de cinco horas de viaje. Así que invertí ese tiempo para terminar de leer el libro de Daniel Páez Serrano "Canichu", El frío que nos acoge mientras los robots caminan entre los humanos y otros relatos. Me ayudó ha hacer entretenido el trayecto hacia Madrid.
Y una vez que encontré el chiringuito asignado a Goikoetxeta, le pedí que me firmase el ejemplar de La sombra del reino que a principios de año adquirí en la librería Follas Novas de Santiago de Compostela. También quise aprovechar ese viaje a Madrid para regalar ejemplares que me sobran de El Observador y de La odisea de Tashiko, a cambio de adquirir ejemplares firmados de otros autores que estaban firmando en la misma caseta. Así conseguí leer Pretéritas imperfectas, de Itziar López y Noelia Pastor, San Quintín, de José Javier Esparza, y El silencio de Clara Lyndon, de Elene Lizarralde. Las reseñas de estás obras las podréis encontrar en mi blog de El Observador. Y por cierto, la entrada de la obra de Lizarralde va a camino de ser la más leída del blog.
La lástima fue no haber llevado uno de mis viejos ejemplares de Mortadelo y Filemón, para que me lo firmase Francisco Ibáñez, o no haber tenido paciencia para formar parte de la kilométrica cola que había delante de Miguel Ángel Revilla. Pero nunca antes había visto tanto famoso y conocido junto, lo que debió de venirle bien a Goikoetxeta.
Y también fue allí, cuando el bilbaíno me habló de David Lee Libros, un youtuber que se dedica a subir vídeos en donde habla de los libros que ha leído. Así que cuando volví a Galicia y me puse a leer los libros adquiridos, también contacté con el tal David a través de twitter. Me dijo que si le enviaba un ejemplar de mi último libro, me haría una reseña.
Y bien, meses después, aquí está el resultado.


He de confesar que nunca he visto El ciempiés humano, y creo que, más que Tarantino, me ha influido el cine de John Carpenter, el de Tobe Hopper, y el de cualquier otro título del género slasher de los años ochenta y noventa. Y si me preguntan a mí, este libro se parece. al principio a Alien, durante el desarrollo a Dead Space, y al final a Doom. De cualquier manera, siempre es satisfactorio haber ganado un lector más.
Así que ya lo sabes, lector principiante. Puedes acudir a David para que lea y hable de tu novela.

viernes, 31 de mayo de 2019

Exposición en A Fundación.

Con motivo de la exposición de mis ilustraciones, que está montado en A Fundación Enxebre (local de Melide situado en la avenida de Toques), he decidido abrir esta entrada en la que recojo algunos de los dibujos expuestos, que promocionan obras de autores poco conocidos.


Y de paso, hablaré de otros autores, lo que conforma las memorias de un explorador atlante (que soy yo). La primera ilustración está compuesta por una amalgama de de personajes y elementos de cada una de las obras que leí durantes estos últimos años, desde que publiqué "El Heraldo del Caos". Podéis jugar a adivinar de dónde sale cada cosa.


Empezaré con Cinebasura, una película dirigida por Miguel Ángel Viruete y Paco Fox, protagonizada por Paco Fox, Miguel Ángel Aijón y Natalia Bilbao. Esta cinta existe gracias a la colaboración de un ejército de crowfounders reclutados a través de las redes sociales. Narra las alocadas peripecias de dos videobloggers especializados en el cine cutre y bizarro. Por accidente abren un portal interdimensional, lo que provoca una disparatada invasión de personajes, situaciones y fenómenos propios de este tipo de películas. Es una cinta entretenida y recomendable que enseña al espectador cómo enfrentarse al visionado de una película mala.


Continuaré por mi penúltima y polémica novela, La odisea de Tashiko, escrita por Eugenio Piñeiro Mejuto y publicada por Ediciones Atlantis. Es el viaje iniciático de una niña mimada y malcriada, que termina por convertirse en toda una heroína de acción. También acaba por viajar al centro del universo.


Sigo con la duología vampírica de Ralph Barby. Se trata de La Baronesa, publicada por Ediciones Alberto Santos, y El trono, para una monja, publicada por Séptimo Sello ediciones. La primera novela narra el ascenso al poder de una bella, ambiciosa, inteligente y malvada mujer, que pretende convertirse e una vampiresa. La segunda parte cuenta sus horribles vivencias como criatura de la noche. Son libros especialmente recomendados para lectores alérgicos a sagas románticas protagonizadas por vampiros brillantes y adolescentes.


A continuación hablaré de Antihéroes, escrito por Iria Parente y Selene Pascual, publicada por Ediciones Nocturna. Cinco chavales españoles, dotados con superpoderes, son apresados por una despiadada organización secreta (¿buenista?) llamada CIRCE. Una vez dentro, deciden formar una pandilla para huir de sus opresores. Comienza entonces un juego del gato y el ratón, que termina en una batalla campal en parque de El Retiro de Madrid.


Ahora mencionaré dos novelones, Los supervivientes del Arca y Los supervivientes del Arca II, la búsqueda de los emisarios, escritas por Gorka Pera Seijo y publicadas por Ediciones Atlantis. Es el relato de un inmenso grupo de miles de adolescentes españoles que fueron encerrados en un bunker de la guerra fría, para sobrevivir a los devastadores efectos de la Tercera Guerra Mundial. Al salir, tendrán que enfrentarse a un mundo deshabitado, dominado por carnívoros monstruos gaseosos y extraños fenómenos paranormales. Y si por si fuera poco, el grupo se divide en dos facciones enfrentadas, llegando a convertir la geografía de España, y de parte del extranjero, en un mapa de la Tierra Media. Hago especial mención al personaje de Laura Pallarés, una exploradora accidental que siempre realiza asombrosos descubrimientos cada vez que se embarca en un viaje en solitario.


Seguidamente hablaré del culebrón de fantasía medieval de Crónicas de Shámsala I y Crónicas de Shámsala II, la sombra del reino, escritas por J. L. Goikoetxeta y publicadas por Ediciones Atlantis. Narra las peripecias épicas, violentas y eróticas de dos magnicidas del reino de Shámsala. Una fantasía medieval que, por sus altas cargas de sexo, violencia y lenguaje soez, bien podría ser dirigida por Quentin Tarantino. Un adictivo culebrón salpicado por relatos cachondos.


Enseguida menciono La lenta muerte de la humanidad, escrita por Víctor Jiménez y publicada por Ediciones Atlantis. Es una compilación de cuatro relatos cortos, que describen una realidad sobrenatural, en el que demonios, experiencias cercanas a la muerte, terribles experimentos genéticos y desesperados viajeros en el tiempo se entrecruzan. Tiene especial relevancia el reptiliano que en la ilustración dibujé con una manzana en la mano.


A continuación citaré El elegido de los oscuros, escrito por Vicente Verdú Arias y publicado por Ediciones Atlantis. Novela juvenil en el que comienzan las aventuras de fantasía medieval de un chaval que todavía desconoce la terrible verdad sobre sus oscuros y horribles orígenes.


Y ahora hablaré de Advenimiento, escrita por Álvaro Moreno Setién y publicada por Ediciones Atlantis. En un mundo al borde del apocalipsis, tres personajes, aparentemente inconexos, son testigos de los brutales acontecimientos que los rodean. Los tres intentan buscar y adherirse al bando de los buenos, para poder evitar el fin del mundo.


También cito Lo vi en sus ojos, escrita por Luisa Fernanda Barón Cuello y publicada por Ediciones Atlantis. Una atractiva mujer, dotada con percepciones extrasensoriales, se ve obligada a abandonar su cómoda vida cotidiana, para enfrentarse a un terrible asesino en serie. Es una novela negra sobrenatural ambientada en Huesca.


Y por último, pero no por ello menos importante, hablo de dos obras de Daniel López Serrano. La primera fue publicada por Ediciones Atlantis y se titula Relatos de la Gran Guerra. La segunda es Balada triste de una dama, publicada por Verbum Editorial. La primera es una compilación de varios relatos cortos ambientados en la Primera Guerra Mundial, ficción tratado con rigor histórico. La segunda es una angustiosa narración que se desarrolla alrededor de una típica dama en apuros del Imperio Colonial Español, que es secuestrada por piratas, y todos los planes para rescatarla se van anulando uno a uno...
Y hasta aquí, la recopilación de ilustraciones expuestas, aunque no son todos los que hay. Y os recuerdo que estarán expuestos hasta finales del mes Junio, en Sala A Fundación Enxebre, en Melide.

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sábado, 25 de mayo de 2019

De vuelta a los orígenes.

Ya lo dice mi biografía de "La colonia infernal". Esta novela, al ser de terror, supone un retorno a mis orígenes como escritor. Y por esta razón, quise que se presentase en Melide, la bisbarra en la que me crié y eduqué.
Claro que apenas tuve éxito en la presentación de mis tres primeras novelas en Santiago de Compostela. Lo difícil de ser un escritor principiante, aparte de localizar una editorial que apueste por ti, es encontrar nuevos lectores, y más aún cuando al final trabajas para una editorial pequeña.
Así que después de los relativos fiascos de la capital, decidí hacer el experimento de probar suerte en Melide. Y al principio, nadie daba ni un duro por el éxito de esta nueva presentación. Reconozcámoslo. Soy un friky asocial que se ha criado en una aldea. Prácticamente, carezco de amigos a los que invitar a las dichosas presentaciones, a las que siempre acuden mis familiares más cercanos. Y mucho menos, no soy capaz de encontrar nuevos lectores.
No obstante, en la segunda semana de búsqueda del local, me topé, casi casualmente y a través de Google Maps, con un local en el que de vez en cuando se celebraban monólogos, conciertos y obras de teatro, situado en la avenida de Toques; cerca de mi colegio de primaria.

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Así que ese mismo día acudí a ese local. Se trata de la Sala A Fundación Enxebre, que viene a ser una mezcla entre bar, cervecería, bolera y, ocasionalmente, escenario.para conciertos u obras de teatro.En cuanto fui atendido por el dueño, enseguida se interesó en montar una presentación de mi último libro. Y es que además de cederme el local, también buscó entre sus contactos a antiguos compañeros míos de mis épocas de escolar y bachillerato.
En otras palabras, que en el día de la presentación, por fin, después de unos cuatro años de escritor, encontré nuevos lectores.


Pero mi experiencia con A Fundación no terminó en la noche de la presentación. La representante de Ediciones Atlantis, que ya era consciente de la existencia de mis ilustraciones, sugirió el montaje de una exposición de algunos de mis dibujos. Y si al final acepté, fue porque también quise promocionar las obras de otros autores, poco conocidos y con los que he tropezado durante estos últimos años, desde que se publicó "El Heraldo del Caos".


Porque he cultivado una (¿rentable?) costumbre desde que acudí por primera vez a la Feria del Libro de Madrid; comprar novelas de otros autores, para subir críticas ilustradas-musicales a mis blogs. Las encontraréis casi todas en mi blog de "El Observador"http://elobservadornovela.blogspot.com/
Esta tarea resultó ser más árdua que la de la presentación. Para empezar, era la primera vez que organizo un evento así. Tuve que elegir qué ilustraciones exponer y cómo construir los carteles. Di prioridad a las ilustraciones que hice de otros autores y al final apostamos por el reciclaje unos cuantos cartones, al que pegamos fotocopias en color de dibujos y portadas varias.
También realizamos una charla coloquio, que se llevó a cabo ayer mismo (24 de mayo). Y también fue otro éxito. Además de encontrar nuevos lectores, pude hablar de otras obras.
Os dejo la ilustración que creé para tal evento, en donde expongo elementos y personajes de las diferentes obras de las que hablé.


En definitiva, que lo de anoche fue una gran victoria social. Os recuerdo que la exposición estará allí un mes más. Y que no se me olvide. Gracias, Jaime, por haberme ayudado.

viernes, 17 de mayo de 2019

Un remix terrorífico.

Os dejo este vídeo, una versión de Jean-Michel Jarre, realizada por Perturbator. La pongo porque va perfecta para ambientar "La colonia infernal".


miércoles, 17 de abril de 2019

El origen de Jason Krueger.

Si había alguna duda de que "La colonia infernal" es una novela de terror, en esta entrada menciono la presencia de un personaje llamado Jason Krueger, que se presenta por la mitad del libro.
Y los lectores más jóvenes se preguntarán "¿Por qué este nombre tiene que decirnos algo?". No entenderán la referencia, porque no ven una película de hace más de treinta años ni que les vaya la vida en ello. Por esta razón, he decidido abrir esta entrada, en la que explico los orígenes cinéfilos de Jason Krueger.
En primer lugar, está el sustantivo propio. Jason es el nombre de Jason Vorhies, el asesino en serie y zombie invencible de las películas de Viernes 13, esa saga de terror que llegó a resultar cansina para el espectador inteligente, del que se llegaron a realizar más de 10 largometrajes (si incluímos cierto crossover y el remake). Se le reconoce por llevar una máscara de portero de hockey e ir armado con un machete o cualquier otro objeto cortante y punzante. Sus víctimas suelen ser adolescentes hormonados.
En segundo lugar, el apellido. Krueger es el apellido de Freddy Krueger, el asesino en serie y fantasma tostado de las películas de Pesadilla en Elm Street, otra saga de terror que también llegó a resultar cansina para el espectador inteligente. Se le reconoce por su piel quemada, su característico sombrero, su jersey a rayas y su guantelete con cuchillas. Ataca a sus víctimas en sus sueños, por lo que sus crímenes pueden llegar a resultar perturbadoramente surrealistas.
Estos dos personajes son representativos de un fenómeno que surgió en los años ochenta y se prolongó `por los noventa. Se trata del género del asesino slasher, que viene a ser un ser sobrenatural e invencible que se dedica a ir asesinando, uno a uno, a los miembros de una panda de turno de adolescentes. En cierta manera, son los precursores de Slenderman y de los demás creepypastas que abundan hoy en día por Internet.También puso de moda la típica escena de la parejita que se aparta del grupo para intimar y, en mitad del meollo, aparece el asesino en serie de turno para acabar con ellos.
Pues bien, en "La colonia infernal", además de bautizar a Jason Krueger, también aparece un asesino slasher, un ser invencible que no puede morir, que además es el origen del mal que domina la susodicha colonia... Es decir, que de este género es de donde salió Jason Krueger y el endiablado personaje.
Estos dos iconos protagonizaron un croossover, al estilo de Aliens vs Predator. Os dejo la escena final, para dar por terminada esta entrada.


viernes, 22 de marzo de 2019

La amenaza del trogloditismo.



Sócrates tenía razón. Es lo que pensé cuando Trump ganó las elecciones en Estados Unidos, o cuando salió victorioso el Brexit en Inglaterra.
Y por qué me acuerdo de Sócrates. Porque este filósofo se suicidó para no ser ejecutado, pues había sido juzgado por sus críticas hacia el sistema democrático de su época. ¿Cómo podía fallar la democracia, o ponerse en entredicho?
Sócrates vio el fallo en este sistema, justo y equitativo, en el bajo intelecto de sus compatriotas. Declaró que no se podía confiar en las decisiones del pueblo, cuando estaba compuesto en su mayoría por granjeros y ganaderos ignorantes. Llegó a la conclusión de que el sistema democrático tenía que estar sustentado por una población inteligente, instruida, educada y moralizada. Y al señalar a sus conciudadanos como gente intelectualmente incapacitada para ejercer su derecho al voto, fue apresado, juzgado y condenado a muerte, todo para proteger el sistema democrático de la Antigua Grecia.

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Ni que decir tiene que, hoy en día, el sistema democrático es la mejor manera de gobernar un país. Si se tiene en cuenta cuáles serían las otras opciones, sin ningún género de dudas, la democracia es el único sistema de gobierno que protege las libertades y derechos de la gente.
No obstante, me inquieta que sucedan estos resultados inesperados. ¿Quién iba a pensar que un tipo como Donald Trump terminaría por ser el inquilino de la Casa Blanca? ¿O qué los ingleses votarían para salir de la Unión Europea? Y eso por no mencionar los problemas domésticos que actualmente acontecen en España, como el desafío independentista catalán, o la (milagrosa) resurrección política de cierto gobernante español.
Estas cosas pasan, pero no porque los votantes de turno sean poco inteligentes o muy mal instruidos. Si las democracias actuales están en peligro, no es por la ineptitud del pueblo. Es porque la gente está siendo engañada o seducida por falsas noticias. Y este fenómeno no es nuevo, aunque es cierto que hoy en día se expande con mayor facilidad en el mundo interconectado en el que nos ha tocado vivir. Siempre hubo propaganda política, cargada de mentiras que apelaban más a los sentimientos de la gente, que a su razón.
He aquí como surge un fenómeno que denomino trogloditismo, que defino como una especie de regresión del intelectivo humano actual a un estado primitivo y visceral. Se trata de uno de mis mayores temores, y así lo plasmo en mis obras, incluyendo "La colonia infernal".
¿Y cómo nos vacunamos contra este mal? La respuesta es muy sencilla, y parte de la educación; hay que leer. Pero no leer, exclusivamente, los mensajes de nuestros dispositivos sin más. Hay que leer documentos en papel, aunque solamente sean novelas batatas (Mira por donde, lo que hago de escribir, sirve para algo más que para entretener al lector). Es necesario cultivar una mínima base cultural, que siempre crezca más allá de nuestra educación escolar. Es la única manera de identificar y reconocer una noticia falsa nada más verla.

viernes, 8 de marzo de 2019

Equinoxe Infinity

Siempre sucede en mi obra. Jean Michel Jarre es una de mis influencias a la hora de escribir. Y hay una segunda constante que siempre se repite en mis libros; la participación de la Inteligencia Artificial en el relato, que suele ser providencial.
En mis novelas, los robots son algo más que electrodomésticos que se apartan a un lado y dejan que los protagonistas se desenvuelvan. En "El Heraldo del Caos", presentan un papel muy importante en el conflicto principal de la obra, al estar divididos en dos bandos, uno que defiende a los seres vivos a toda costa, y otro que lucha por crear un universo libre de criaturas vivientes. En "El Observador", el lector puede asistir al nacimiento de una nueva forma de vida de origen artificial, de la primera IA que adquiere conciencia de su propia existencia. Y en la "La odisea de Tashiko", los robots terminan siendo integrantes más de la tripulación protagonista de cazadores espaciales...
Y en esta nueva novela mía, "La colonia infernal", los robots son los únicos de todo el asentamiento que hacen lo correcto. De hecho, son los verdaderos héroes de esta historia de terror. Es un papel que pueden realizar, porque son conscientes de su propia existencia. O en otras palabras, que poseen la capacidad de desarrollar su propia alma, lo que les permite tomar las decisiones acertadas en una situación tan peligrosa, como en la que describo en "La colonia infernal".
Ya sé lo que pensarán ustedes, que estos robots son más propios del género de ciencia ficción, que no existen máquinas con estas capacidades tan avanzadas, más propias de los seres humanos... Y tienen, razón, no los hay... por ahora.
Es una cuestión de tiempo. La miniaturización de los componentes electrónicos va a conducir a la consecución de esta nueva forma de vida artificial. Tal vez no suceda como lo describo en "El Observador", o que acontezca de una manera mucho más sutil. Pero hay que aceptarlo. Muchos de nosotros vamos a vivir lo suficiente como para ser testigos de esta eclosión espiritual de la IA. Estaremos en compañía de máquinas pensantes, de inteligencias evolutivas, de seres que nos van a sobrepasar...
Es un tema que está presente en mis libros, y en el que se basó el genial Jean Michel Jarre para componer Equinoxe Infinity. En este disco, se puede escuchar una especie de banda sonora del futuro tecnológico que nos aguarda. Cada vez que oigo estas canciones, visualizo siempre lo mismo. Un futuro cercano en el que seres humanos conviven con máquinas pensantes, y las diferentes interacciones entre estos dos grupos dan lugar a un salto evolutivo en el bando de estos artilugios. Y con este salto, estos seres artificiales terminan por convertirse en nuevos seres vivos.
¿Y cómo será esta nueva forma de vida? ¿Será perjudicial o beneficiosa para nosotros, simples seres humanos?
La respuesta de esta pregunta va a depender, en gran medida, de cómo vamos a interactuar con estos robots. Porque, durante la fase de aprendizaje, serán iguales que los típicos niños que imitan todo lo que hacen los adultos, incluso cuando se trata de estupideces. Y la experiencia empírica me dice que existe más gente buena que mala, aunque son estos últimos los que hacen más ruido, y parece que son más. Así que supongo que terminará por haber más robots buenos que malos, aunque serán estos últimos los que más se van a hacer notar.
En otras palabras, que puede que el conflicto robótico del futuro lejano que describo en "El Heraldo del Caos" no diste tanto de la realidad...
Termino esta entrada con el vídeo del tema Coachella Opening, que es una canción que también aparece versionada en el Movement 8 de Equinoxe Infinity, que ilustra ese momento en el las máquinas acabarán por desarrollar almas propias. Espero que lo disfruten.